Rinoplastia
Esta especialidad de la cirugía se encarga de modificar la forma y el perfil de la nariz, tanto para fines estéticos como aumentar o disminuir su tamaño, cambiar la forma de la punta o el dorso de la nariz, estrechar los orificios nasales, como para dar solución a problemas congénitos, traumatismos o problemas funcionales respiratorios.
Este tratamiento cuya duración oscila entre una o dos horas, depende de la complejidad del caso, y requiere permanecer en la clínica una noche tras la cirugía. Bajo anestesia general se modela el hueso y cartílago para obtener el resultado deseado. Cuando la intervención acaba se coloca una férula de escayola sobre la naríz que ayudará a mantener la nueva forma junto a unos tapones nasales en ambos orificios que estabilizarán el tabique nasal.
Debemos ser conscientes que nos estamos sometiendo a una cirugía, por lo que las primeras 24-48 horas se puede sentir molestias como la cara hinchada, dolor de cabeza, sobre la nariz, pero que cederán con la medicación prescrita. Los hematomas estarán presentes desde un primer momento incluso aumentarán su tamaño hasta alcanzar un máximo a los dos o tres días. Normalmente en unas dos semanas todos estos síntomas desaparecerán y la escayola se retirara como mucho en ese periodo de tiempo de dos semanas. En una semana suele ser un intervalo de tiempo suficiente para continuar con su actividad habitual aunque se deben de excluir las actividades de gran intensidad.
El paciente debe de tener en cuenta que estas intervenciones tienen resultados muy satisfactorios pero que se aprecian a largo plazo. Incluso en un primer momento, debido a los hematomas e hinchazones puede pensar que el resultado no es el esperado. Se estima que el resultado completo se obtiene en un año aproximadamente.